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Thursday, June 13, 2013

¡¡¡¡Lo logramos!!!!!

Para cumplir sueño, meta u objetivo se necesita un poco más que mero deseo y que forme parte de esas famosas 12 uvas de año nuevo.

Hola, soy Zamná Aké y sí, ¡soy corredor!

Ya les he platicado algunas de mis experiencias, vivencias y circunstancias que he tenido desde el primer día que me puse los tenis y salí a correr, ya les he hablado sobre lo que me motiva a mover los pies cada km, y me hace llegar a la meta feliz,  compartí mi primer medio maratón y todo lo que sentí en esa prueba preliminar para mí, y de verdad al igual que esa vez, traté que pasaran algunos días para poner en orden mis ideas y escribir estas líneas que desde que empecé tenían la finalidad no sólo de compartir, sino de esperar que a alguien que se tome la molestia de leer, sepa y crea que ¡sí se puede!

Quiero empezar hoy por el 2 de junio de 2012, XXV edición del Maratón de la Marina, ahí tuve la oportunidad de conocer el ambiente de esta competencia por primera vez (también ya les platiqué sobre aquella vez), en esa ocasión quedé impresionado con el ambiente y fiesta que se armaba durante la competencia, fue por relevos en esa ocasión, me tocó correr 5km y si bien no fueron muchos, sí puedo decir que para ese día los corrí con todo mi corazón e ilusión.

Recuerdo muy bien que cuando crucé la meta junto con mis hermanos surgió en mi mente la idea “algún día correré un medio maratón”, y se me hacía muy lejano..

Pues bien, durante las fiestas del 31 de diciembre y su ritual ridículo de las uvas, recuerdo haber agarrado 3 nada más y  entre uno de mis propósitos era correr un medio maratón este año, y ¡ahí empezó todo!

Fueron cinco meses y durante ese tiempo, me tocó enfrentarme a situaciones, personas, comentarios y lesiones que lejos de decir “no voy a poder”, me hicieron reafirmar el deseo, propósito y objetivo de esos 21k.

Comentarios de “no vas a poder”, “no tienes cuerpo de corredor” , “¿tú vas a correr?”, “Con ese cuerpo, no deberías correr”,  y el  “¿2:40:00? Zamná esto no es maratón” entre otros más, casi diario los escuché, pero nunca me importaron, porque en mi cabeza ya estaba más que claro que aún si los hacía en tres horas, cuatro, caminando, lastimado, etc, iba a correr un medio maratón y de ahí no había otra idea que lograra hacerme cambiar de opinión.  Inclusive, es divertido leer, escuchar a corredores de “experiencia” hacer ese tipo de críticas, con el tono de enojo, jaja como si los ofendiera corriendo con ellos.

Lo más crítico a lo que me enfrenté fue una lesión en la espalda que estuvo a punto de dejarme fuera,  ahí me tocó escuchar a un ortopedista que me dijo, que nunca volvería a correr, que con mi cuerpo no debería hacerlo.. y aún ahí acostado en una cama, ingresado desde 10 horas atrás, mi objetivo seguía firme.

En mi poca experiencia corriendo puedo decir, que cada km que he recorrido, no sólo me ha servido para mi salud, sino que ha forjado el carácter, me ha enseñado a ser mejor persona, me ha permitido conocerme mejor y sobre todo me ha unido más a mis hermanos, quienes en todo momento me sonreían  y animaron al escuchar mi terca idea.

Así que no todo es negativo, al contrario, en el camino a mi objetivo, conocí a un grupo de gente que tenía ideas similares a las mías, que teníamos casi casi las mismas historias de vida y motivos para correr, que siempre tuvieron esa palabra exacta que hacen saber, que se va en el camino correcto, que comparten sin recelo tips, consejos, experiencias, para que uno pueda mejorar; ya he hablado de ellos.. Runners Team Mérida y caray, ¡qué buenos amigos! No puedo dejar de mencionar a un loquito que todo el tiempo me acompañó en esta locura, alguna vez alumno, y hoy amigo y también entrenador. Héctor Cin… nel ¡Vitro! (¡gracias hermano!)

Durante mi entrenamiento no quise correr 21k antes, yo quería que fuera algo especial, único, así que me esperé hasta el 21 de abril, en donde corrí mi primer medio maratón, ya les platiqué también mi experiencia en esta carrera y la espinita que me quedó clavada luego de terminar, pero tampoco fue algo que me hiciera abandonar mi objetivo, pues estábamos a un poco más de un mes para el 3 de junio.

No pienso narrar (para beneficio de los que amablemente me leen) los 21k jaja.. pero puedo decirles que por mucho, me fue mejor que en abril, no hubo cansancio, lesión o pretexto para no poder, en todo momento lo único que hubo en mi mente fue llegar y disfrutar esta gran experiencia de vida.

Al cruzar la meta mis lágrimas no fueron de sufrimiento, sino de alegría. Tengo unas grandes alas que me impulsan todos los días, mi hija que viene en camino, me obliga y motiva a ser mejor Papá, a nunca bajar los brazos y a luchar. Mi hija, regalo de Dios eres esa voz, sonrisa y llanto imaginario que tengo en mi cabeza desde que supe de tu llegada, eres esa voz chiquita que me grita “¡corre papi, corre!” y cuando entramos a la meta sólo pude decir “¡Lo logramos!”

¡Así es! lo logramos juntos, porque nunca corro solo, porque siempre están mis padres, mis hermanos, mis amigos, mi esposa y mi hija en mi corazón. Ahora sólo puedo decir para terminar este post largo… El próximo año, correré mi primer maratón.

¿Y saben? ¡ya empecé!

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