Desde que Alemania fue elegida para organizar el Mundial, los trabajos de preparación y remodelación de las ciudades y estadios ha sido una de las tareas más importantes. Ciudades como Nuremberg con su arquitectura que evoca a la edad media, Hanóver destacada por sus ferias tecnológicas y Gelsenkirchen, en la que el fútbol va más allá de un deporte, ya están preparadas para recibir al mundo.
Estadio ecológico
Remodelado en 1991, el Frankenstadion de Nuremberg tiene capacidad para 41, 926 espectadores, cuenta con una pista de atletismo e instalaciones ecológicas. El recinto funciona con un “plan de gestión ecológica y de calidad sonora”. Será en ese mismo estadio en el que México haga su debut frente a la selección de Iran.
Casa de la tecnología
Hanóver es conocida también por sus ferias y exposiciones mundiales y los Jardines de la Casa Señorial, que es uno de los más bellos de Alemania. El estadio de Hanóver, cuenta con capacidad para 44,652 espectadores. La superficie de juego está equipada con un sistema de calefacción y drenaje. Cuenta con dos pantallas de vídeo de 41 metros cuadrados que proporcionarán información y entretenimiento a los espectadores; El escenario ideal para que la selección mexicana se enfrente a Angola.
Arquitectura de vanguardia
En Gelsenkirchen, el fútbol es toda una tradición. El Arena AufSchalke fue inaugurado en agosto de 2001, tiene capacidad para 53,804 espectadores. Las instalaciones de vanguardia muestran el camino a seguir en el diseño de estadios y hacen de éste, el recinto más moderno de Europa. Escenario perfecto en el que México juegue el último partido de la primera fase frente a Portugal.
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